Beber Suficiente Agua:
El agua es esencial para el buen funcionamiento del hígado y la eliminación de toxinas del cuerpo. Bebe suficiente agua durante todo el día para mantener una hidratación adecuada y apoyar las funciones hepáticas óptimas.
Limitar el Consumo de Alcohol:
El consumo excesivo de alcohol puede causar daño hepático y aumentar el riesgo de enfermedades hepáticas, como la cirrosis hepática y la hepatitis alcohólica. Limita tu consumo de alcohol y sigue las pautas de consumo recomendadas para reducir el riesgo de daño hepático y mantener un hígado sano.
Realizar Actividad Física Regularmente:
El ejercicio regular puede ayudar a mantener un peso corporal saludable, reducir la acumulación de grasa en el hígado y mejorar la función hepática.